Es importante estimular los sentidos
en la etapa de Educación Infantil, ya que en estos primeros años, los niños y
niñas se encuentran en un periodo sensitivo, en el que el niño asimila con más
facilidad determinados aprendizajes. Estos
periodos están condicionados por un “instinto guía”, es el que facilita el
aprendizaje de unos conocimientos innatos.
OÍDO

El oído humano se divide en tres
partes, el oído externo, el medio y el interno. El externo, es la parte
visible, desde donde, gracias a nuestros sentido de la vista, se puede ver la
entrada del canal auditivo y funciona como una especie de articular-receptor.
Dividiendo el oído externo del medio, encontramos el
tímpano, compuesto por un grupo de membrana timpánica. Este órgano transmite
las vibraciones de los huesecillos del oído conocidos como “osículos auditivos” en donde residen
los verdaderos órganos auditivos y es lo que llamamos el sistema auditivo.
El órgano auditivo y sensorial más
importante es el órgano de Corti, el
cual contiene entre 15.000 y 20.00 células sensoriales encargadas de captar las
vibraciones. Estas células captan diferentes frecuencias en las vibraciones y
las envían al cerebro como energía eléctrica.
Los objetivos de esta práctica se
centran en valorar los condicionantes de trabajar los sentidos de forma
experimental con el alumnado de Educación Infantil.
Oído:
¿Qué es eso?
Con esta actividad los objetivos que
pretendemos alcanzar son:
- Asociar sonidos
- Estimular y fomentar la escucha
Para
trabajar el gusto, propondremos a los niños que escuchen diferentes sonidos de
la vida cotidiana. Para ello solo necesitaremos, unos altavoces y unas
etiquetas, con las imágenes que repartiremos previamente. Entre estas etiquetas
estarán las correspondientes a los sonidos que pondremos, y algunas a mayores,
para evitar el descarte.
Las imágenes que les vamos a
presentar a los niños son las de: Coche, Cisterna, Viento, Timbre, Ambulancia, Pájaro,
Pato, Puerta, Avión. Pero solo escucharán los seis primeros.
Iremos poniendo los sonidos uno a uno, y les daremos un poco de tiempo para ordenarlos según los vayan escuchando. Una vez que los tengan todos ordenados, les daremos una cartulina para que los peguen.
GUSTO
El
gusto consiste en registrar el sabor e identificar determinadas sustancias
solubles en la saliva por medio de algunas de sus cualidades químicas. Este es uno
de los medios que tiene el ser humano
para conocer el mundo que nos rodea. Los seres humanos somos capaces de
detectar cinco gustos puros; acido, amargo, salado y dulce y uno recientemente
descubierto, denominado umami.
El umami es un gusto único que no resulta de
la combinación de los anteriores y corresponder al sabor del glutamato de
sodio. Este sabor es algo parecido al de la carne, y se encuentra en alimentos
ricos en proteínas y en algunos condimentos asiáticos como la salsa de soja.
Nuestro sentido del gusto está
centrado en la lengua. Los verdaderos responsables de que percibamos si algo es
dulce, salado, ácido o amargo son los botones gustativos.
Estas estructuras microscópicas se
ubican dentro de las papilas gustativas, unas protuberancias minúsculas de
color rosado que pueden observarse a simple vista si miramos la lengua de
cerca.
Existen cuatro tipos gustativos:
filiformes, foliadas y circunvaliadas, ubicadas en la parte anterior, lateral y
posterior de la lengua. También hay papilas en la garganta y en la primera
región del esófago.
Los órganos del Gusto, que tienen por misión
el percibir y enviar al cerebro el sabor de las cosas que introducimos en la
boca, se encuentran en los botones
gustativos, localizados en la Lengua.
Un botón gustativo está formado por
alrededor de 100 células. Algunas de ellas son receptores de gusto. Las células receptoras responden a solo a uno de
los 5 gustos primarios. Los botones gustativos poseen pequeñísimos poros en su
parte superior. A través de ellos, las sustancias que comemos, disueltas en la
saliva. Estas, a su vez, están unidas a neuronas sensoriales que forman luego
nervios que van hacia el cerebro.
Gusto:
¡Vamos a probar!
El objetivo que perseguimos con esta actividad es:
- Asociar sabores
En
esta actividad, cada grupo dispondrá de una caja dividida en cuatro apartados.
En cada uno de ellos, habrá un alimento
que los niños y las niñas tendrán que degustar para identificar si es dulce,
salado, ácido y amargo. Para ello se les mostrará una lengua echa de cartulina
donde les enseñaremos que en nuestra lengua, hay zonas donde el sabor es mas
fuerte.
Una
vez degustado, los miembros del grupo tendrán que llegar a un consenso para
decidir cuál es la característica singular de cada alimento. Para ello, introducirán en el sobre que corresponde a
cada apartado de la caja, la etiqueta que identifica si es dulce, salado, ácido
y amargo.
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